Las TIC han demostrado ser eficaces para diversas actividades, especialmente las integradas a realizaciones pedagógicas.
No sólo su utilidad se pone en evidencia al facilitar el acceso a fuentes variadas y actualizadas de información, a visualizaciones y modelos dinámicos que facilitan el aprendizaje de ideas complejas, sino también proveen de elementos e instrumentos que posibilitan centrar el currículo en la resolución de problemas auténticos conectados con el mundo real; la concreción de propuestas educativas multi e interdisciplinares y la creación de comunidades de práctica virtuales. Sin embargo, las TIC - desde las más rudimentarias hasta las más sofisticadas - necesitan de profesionales que puedan obtener de éstas, el máximo beneficio. Debido a su acelerado y reciente desarrollo, es altamente probable que los graduados de nivel superior no hayan contado en sus estudios de grado con una formación especializada en esta área de conocimientos y sus aplicaciones. También es de prever que existan profesionales que tienen actualmente a su cargo iniciativas TIC o estén interesados en asumir responsabilidades de este tipo en un futuro cercano, y a su vez, necesiten una formación sistemática e integral de posgrado en Tecnología Educativa. Esta formación vendría a cubrir la necesidad no sólo de poder desempeñar la actual actividad profesional con idoneidad sino - fundamentalmente - extender su aprendizaje continuo de manera autónoma, una vez concluidos los estudios.