POSGRADOS
"LA CARRERA ME PERMITIÓ CRECER ENORMEMENTE Y ALCANZAR PUESTOS QUE NO HABÍA PENSADO"
Siempre con ganas de aprender, cuando Gabriela Puga (54) egresó del secundario recorrió varias universidades sin saber muy bien qué era lo que le gustaba estudiar. "Comencé carreras como Psicopedagogía, Psicología e incluso Turismo, pero nada me atrapó", explicó. Esa etapa duró hasta que acompañó a una amiga a anotarse a un terciario de Haedo, el Instituto Superior Almte. G. Brown, donde realizó el Profesorado de Nivel Inicial y se recibió de maestra jardinera.
"Ejercí unos cuantos años en un jardín de San Justo que hoy ya cerró, hasta que me decidí a estudiar Diseño Gráfico en la Universidad de Morón. Entré sin saber absolutamente nada de manejo de herramientas de diseño y comparada con mis compañeros/as todo me costaba el doble. Sin embargo, terminé siendo ayudante de cátedra de tres materias y lo disfruté mucho. Esta carrera desarrolló en mí grandes habilidades y “buen ojo” para el diseño de materiales y ambientes digitales. Además, profundizó mi amor por la docencia". explicó Gabriela.
Luego le dieron ganas de seguir adelante con el tema de la informática, pero no desde el área técnica sino pedagógica. "Como estaba casada, tenía un hijo y trabajaba, no tenía mucho tiempo para cursar presencialmente, así que me anoté en el Profesorado de Informática a Distancia del CONSUDEC (el único que existía en ese momento). Allí amplié mis saberes tecno-pedagógicos e hice muchos amigos con los cuales hoy sigo en contacto, e incluso, con algunos coincidimos en distintos ámbitos de capacitación y formación", destacó.
"Más adelante, una profesora de esa carrera pasó a formar parte de la Universidad CAECE. De allí se comunicó con los egresados del profesorado de informática para ofrecerles la posibilidad de hacer una Licenciatura en Enseñanza de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, de la cual ella era la directora. Y me anoté junto con varios compañeros/as. Esa carrera aportó mucho a mi formación académica y sentó las bases para mi crecimiento profesional. Complementariamente hice algunas diplomaturas como la de Robótica Educativa en la UNLaR, Políticas Educativas en Contextos Digitales en UNQUI y Conducción de las Instituciones Educativas en UCES; una especialización en Educación Tecnológica en el Ministerio de Educación de la Ciudad de Bs. As. y varios cursos en diversos sitios sobre programación y robótica, pensamiento computacional, gamificación y educación para adultos. Hace algunos años estaba ansiosa por seguir formándome en el área de la educación con tecnologías. Comencé a buscar en red y encontré que la UAI ofrecía la Maestría en Tecnología Educativa. ¡Y me anoté!", contó Gabriela
¿De qué y dónde trabajás? Tengo varios empleos. En la Universidad CAECE, trabajo dentro del acogedor y comprometido equipo del DINED (Departamento de Innovación Educativa), que tiene a su cargo la formación a distancia y, recientemente, ha tomado a su cargo el departamento de Educación. Mi rol de base allí es el de diseñadora instruccional pero también incursiono en otras áreas; por ejemplo, ahora estoy armando una Maestría en Innovación Educativa para presentar ante CONEAU. Allí también soy tutora virtual, en posgrado doy el taller de Trabajo Final de la Especialización en Innovación Educativa y en la Lic. en Educación, la materia TIC en Educación. Por otro lado, soy docente en la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, donde junto a Javier Simón y Melina Maurer damos el Taller de Diseño y Mejora de las Prácticas de Enseñanza, un espacio curricular en el que confluyen estudiantes de tres licenciaturas. También trabajo para la Gerencia Operativa de Currículum (GOC) del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, dentro del área de adultos. Para ellos, desarrollo materiales y secuencias didácticas de nivel primario y secundario de adultos, junto a un hermoso equipo de trabajo. Además, soy docente de un colegio secundario público. Recorrí varias escuelas durante mi ejercicio profesional, pero hoy en día me quedé con una solita que llena mi corazón. Soy Profesora de Tecnologías de la Información de 3ero, 4to y 5to año ambos turnos, en la EEM Nro. 2 DE 14, “Argentinos Juniors”, donde se trabaja entre amigos. Y, complementariamente, diseño materiales para diversas instituciones, organizaciones y agrupaciones de aquí y allá.
¿La carrera te ayudó a poner en práctica los conocimientos adquiridos? La carrera me permitió crecer enormemente y alcanzar puestos que no había pensado. Los conocimientos y habilidades que desarrollé en esos años de cursada los utilizo a diario para diversas actividades, ya sea para escribir un texto, para armar un material de estudio, para planificar proyectos educativos, para desarrollar secuencias de aprendizaje, para investigar en red y mucho más. Además, me abrió las puertas a nuevos enfoques de investigación y análisis de la educación. Estoy muy agradecida a la UAI y a los docentes de la Maestría que llevaron adelante mi formación.
¿Recomendarías a alguien a que estudie la Maestría en UAI? ¡Por supuesto! La carrera es hermosa, los tutores son excelentes profesionales y están siempre presentes. La formación no es del estilo “enlatada”, tenés siempre un docente a tu lado a quien consultar ante cualquier duda. Por otro lado, los contenidos que se abordan son actuales y están enfocados en la enseñanza tecno-pedagógica, respondiendo cabalmente a los propósitos de la Maestría.
¿Qué conocimientos o competencias fueron las que más te gustaron al cursar? Es difícil elegir. Disfruté mucho las clases de la Dra. Marta Libedinsky, pude aprovechar su amplia formación y su modo descontracturado de dar la materia. Hay mucho para sacar de las dos asignaturas que da. También salí fascinada con el enfoque de los medios que hace el Dr. Francisco Albarello. Es un placer escucharlo y disfrutar de sus clases a distancia. No quiero dejar de mencionar la alta calidad de los materiales, la dedicación al detalle y la calidez de la Mg. Florencia Magnanego en la materia Escritura Académica. Y, por supuesto, la impecable propuesta que hacen desde la cátedra de Políticas, Planeamiento y Programas con TIC Ana Sonsino y Tomás Goldfarb, donde aportan materiales bibliográficos y metodologías que aún empleo en mis clases.
¿Cómo analizás el futuro de la educación en el país? En lo que hace a políticas educativas hay una enorme iniciativa de la gente que trabaja en el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires por mejorar la calidad de la educación. Constantemente aparecen nuevas propuestas y se arman programas piloto para ampliar los horizontes educativos de nuestro país. Las universidades, por su parte, han reconocido el valor de la educación a distancia y aumentado su oferta dentro de esta modalidad. La integración de las tecnologías no sólo atañe a la administración y gestión de la enseñanza, sino a las propuestas de formación en sí. Además, muchas están incursionando en la colaboración, ya sea nacional o internacional, lo que puede dar lugar a la mejora de sus programas y amplitud de sus matrículas. Amo la educación y si bien creo que falta muchísimo por hacer, somos un país “inquieto” en este sentido. Sé que aparecen muchas trabas cuando se intenta con la innovación en educación, pero confío en que poco a poco podremos ir mejorando en todos los niveles, desde el inicial hasta el posgrado.
A tu modo de ver: ¿Qué tan importante es que haya maestrías como estas? Tras leer los detalles de mi formación profesional superior notarán que soy del Team Distancia. Considero que la formación en línea de calidad, y remarco de calidad, es una alternativa excelente pues amplía el acceso a la educación. Por un lado, este tipo de capacitación reduce las barreras físicas y salva distancias geográficas entre el/la estudiante y el centro de estudio, resolviendo una enorme problemática, ya que de otro modo en muchos casos sería imposible acceder a la educación superior. Por otro lado, la flexibilidad que la caracteriza hace que los horarios de estudio se puedan adaptar a las agendas personales de los/as estudiantes, lo que facilita la conciliación entre la educación, el trabajo, la familia y otros compromisos. Complementariamente, en lo que hace a la educación de posgrado del área pedagógica-didáctica en sí, es altamente importante mantener y ampliar los espacios formativos que acerquen a los docentes a la formación en tecnologías e innovación en educación. En especial, cuando se dictan desde casas de estudio respetables como la UAI y otras universidades argentinas que son evaluadas por la CONEAU, la que garantiza la calidad de sus carreras. Si se quiere ser un profesional capacitado para los tiempos en que vivimos hay que aprender durante toda la vida, por lo que es imprescindible contar con este tipo de formaciones.
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