La esterilización en el quirófano es fundamental para garantizar la seguridad de los pacientes y el personal médico, por lo que los siguientes objetivos deberán cumplirse:

Prevención de infecciones: La esterilización elimina microorganismos patógenos que podrían causar infecciones postoperatorias. Esto es crucial para evitar complicaciones y asegurar una recuperación rápida y segura del paciente.

Seguridad del paciente: Un entorno estéril reduce el riesgo de infecciones nosocomiales (infecciones adquiridas en el hospital), protegiendo así la salud del paciente durante y después de la cirugía.

Protección del personal médico: Mantener un ambiente estéril también protege a los cirujanos, enfermeras y otros profesionales de la salud de posibles infecciones, creando un entorno de trabajo más seguro.

Cumplimiento de normas y regulaciones: Los hospitales, clínicas y sanatorios deben cumplir con estrictas normas de esterilización para garantizar la calidad de la atención médica y evitar sanciones legales.

Confianza en el sistema de salud: La adherencia a prácticas de esterilización rigurosas aumenta la confianza de los pacientes en el sistema de salud, sabiendo que se toman todas las precauciones necesarias para su bienestar.